Para su defensa frente a animales y para competir con las bacterias que habitan los mismos medios, los hongos sintetizan un gran número de sustancias químicas, como alcaloides tóxicos (responsables del envenenamiento al ingerir setas) y sustancias bactericidas o antibióticos, como la penicilina.
La clasificación se los hongos se realiza atendiendo a los mecanismos sexuales de formación de esporas. Se establecen así tres filos, conocidos como Zigomicetos, Ascomicetos y Basidiomicetos. Para los hongos que han perdido la reproducción sexual se crea un filo polifilético, el de los Deuteromicetes u hongos imperfectos. Por último, suelen clasificarse en un grupo aparte las asociaciones simbióticas con algas: los líquenes.
Existen pocos restos fósiles. Los más antiguos datan del periodo Devónico, y ya entonces estaban asociados a las plantas.
La importancia económica de los hongos es considerable, especialmente en lo referente a su relación con las plantas, colaborando en su nutrición mediante micorrizas, o causando muchas de sus principales enfermedades. Tienen importancia también las fermentaciones fúngicas en la elaboración de alimentos, como el pan o las bebidas alcohólicas. Estos organismos pueden causar graves pérdidas al consumir alimentos almacenados, dando lugar a su podredumbre en cuanto la humedad sea suficiente para su desarrollo. Por último, citar su importancia en la producción de medicamentos, sobre todo de antibióticos.
lunes, 23 de noviembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario