miércoles, 2 de septiembre de 2009


Formicidae

?FormicidaeRango fósil: Cretácico - Reciente
Hormiga del género Camponotus en Kibaha, Tanzania.
Clasificación científica
Reino:
Animalia
Filo:
Arthropoda
Subfilo:
Hexapoda
Clase:
Insecta
Subclase:
Pterygota
Infraclase:
Neoptera
Superorden:
Endopterygota
Orden:
Hymenoptera
Suborden:
Apocrita
Superfamilia:
Vespoidea
Familia:
FormicidaeLatreille, 1809
Subfamilias
Aenictogitoninae
Agroecomyrmecinae
Amblyoponinae (incl. «Apomyrminae»)
Aneuretinae
Brachymyrmex
Cerapachyinae
Dolichoderinae
Ecitoninae (incl. «Dorylinae» y «Aenictinae»)
Ectatomminae
Formicinae
Heteroponerinae
Leptanillinae
Leptanilloidinae
Martialinae
Myrmeciinae (incl. «Nothomyrmeciinae»)
Myrmicinae
Paraponerinae
Ponerinae
Proceratiinae
Pseudomyrmecinae
Desplegar
Cladograma subfamilias
Martialinae
Leptanillinae
Amblyoponinae
Paraponerinae
Agroecomyrmecinae
Ponerinae
Proceratiinae
Ecitoninae
Aenictinae
Dorylini
Aenictogitoninae
Cerapachyinae*
Leptanilloidinae
Dolichoderinae
Aneuretinae
Pseudomyrmecinae
Myrmeciinae
Ectatomminae
Heteroponerinae
Myrmicinae
Formicinae
Filogenia de las subfamilias existentes.[1] [2]*Cerapachyinae es parafilético.
Los formícidos u hormigas (Formicidae) son una familia de insectos sociales que, como las avispas y las abejas, pertenecen al orden de los himenópteros. Las hormigas evolucionaron de antepasados similares a una avispa a mediados del Cretáceo, hace entre 110 y 130 millones de años, diversificándose tras la expansión de las plantas con flor. Son uno de los grupos zoológicos de mayor éxito y en la actualidad están clasificadas más de 12.000 especies, con estimaciones que superan las 14.000.[3] [4] Se identifican fácilmente por sus antenas en ángulo y su estructura en tres secciones con una estrecha cintura. La rama de la entomología que las estudia se denomina mirmecología.
Las hormigas forman colonias de un tamaño que se extiende desde unas docenas de individuos predadores que viven en pequeñas cavidades naturales, a colonias muy organizadas que pueden ocupar grandes territorios compuestas por millones de individuos. Estas grandes colonias consisten sobre todo en hembras estériles sin alas que forman castas de «obreras», «soldados» y otros grupos especializados. Las colonias de hormigas también cuentan con algunos machos fértiles y una o varias hembras fértiles llamadas «reinas». Estas colonias son descritas a veces como superorganismos, dado que las hormigas parecen actuar como una entidad única, trabajando colectivamente en apoyo de la colonia.[5]
Las hormigas han colonizado casi todas las zonas terrestres del planeta; los únicos lugares que carecen de hormigas indígenas son la Antártida y ciertas islas remotas o inhóspitas. Las hormigas prosperan en la mayor parte de estos ecosistemas y se calcula que pueden formar el 15-25% de la biomasa de animales terrestres.[6] Se estima que hay entre mil billones (1015) y diez mil billones (1016) de hormigas viviendo sobre la Tierra.[7] [8] Se considera que su éxito se debe a su organización social y a su capacidad para modificar hábitats, a su aprovechamiento de los recursos y a su capacidad de defensa. Su prolongada coevolución con otras especies las ha llevado a desarrollar relaciones miméticas, comensales, parásitas y mutualistas.[9]
Las sociedades de hormigas se caracterizan por la división del trabajo, la comunicación entre individuos y la capacidad de resolver problemas complejos.[10] Estos paralelismos con las sociedades humanas han sido durante mucho tiempo fuente de inspiración y objeto de numerosos estudios.
Muchas culturas humanas utilizan las hormigas como alimento, medicina y como objeto de rituales. Algunas especies son muy valoradas en su papel de agentes de control biológico.[11] Sin embargo, su capacidad de explotar recursos provoca que las hormigas entren en conflicto con los humanos, puesto que pueden dañar cultivos e invadir edificios. Algunas especies, como las hormigas de fuego (género Solenopsis), son consideradas especies invasoras, ya que se han establecido en nuevas áreas donde han sido introducidas casualmente.[12]
Contenido[ocultar]
1 Etimología
2 Taxonomía y evolución
3 Distribución y diversidad
4 Morfología
4.1 Polimorfismo
5 Desarrollo y reproducción
6 Comportamiento y ecología
6.1 Comunicación
6.2 Defensa
6.3 Aprendizaje
6.4 Construcción de colonias
6.5 Alimentación
6.6 Orientación
6.7 Locomoción
6.8 Cooperación y competencia
6.9 Relación con otros organismos
7 Relación con los humanos
7.1 Como alimento
7.2 Como plaga
7.3 Como especies invasoras
7.4 Como control biológico de plagas
7.5 En la ciencia y la tecnología
7.6 En la cultura
8 Véase también
9 Referencias
9.1 Bibliografía
10 Enlaces externos
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Etimología [editar]
La palabra «hormiga» aparece por primera vez en el siglo XIV y deriva de la palabra latina formīca, que tiene el mismo significado.[13] Tiene el mismo origen que las palabras correspondientes en otras lenguas romances, como por ejemplo formiga (portugués, catalán y gallego), fourmi (francés) y formica (italiano). El nombre de la familia, Formicidae, también deriva del latín formīca.[14]

Taxonomía y evolución [editar]

Hormigas fosilizadas en ámbar.
La familia Formicidae pertenece al orden de los himenópteros, que también incluye sínfitos, avispas y abejas. Las hormigas evolucionaron de un linaje dentro de las avispas vespoideas. Los análisis filogenéticos sugieren que las hormigas aparecieron a mediados del Cretáceo, hace aproximadamente entre 130 y 110 millones de años. Tras la expansión de las plantas con flor hace unos 100 millones de años, se diversificaron y asumieron una posición ecológica dominante hace unos 60 millones de años.[15] [16] [17] En 1966, E. O. Wilson y sus colegas identificaron los restos fósiles de una hormiga (Sphecomyrma freyi) que vivió en el Cretáceo. El espécimen, atrapado en ámbar, datado como de hace más de 80 millones de años, tiene características tanto de hormigas como de avispas.[18] Sphecomyrma era probablemente una especie recolectora en la superficie, pero algunos estudios sugieren, en base a grupos como Leptanillinae y Martialinae, que las hormigas primitivas probablemente serían depredadoras bajo el suelo.[2]
Vespoidea
Sierolomorphidae
Tiphiidae
Sapygidae
Mutillidae
Pompilidae
Rhopalosomatidae
Formicidae
Vespidae
Scoliidae
Cladograma de la posición filogenética de la familia Formicidae.[19]
Durante el período cretácico, unas pocas especies de hormigas primitivas tenían una amplia distribución en el supercontinente Laurasia (el Hemisferio Norte). Eran escasas en comparación con otros insectos, representando aproximadamente el 1% de la población de insectos. Las hormigas se volvieron dominantes tras la radiación adaptativa a principios del período Terciario. Durante el Oligoceno y el Mioceno las hormigas ya representaban el 20-40% de todos los insectos encontrados en los principales yacimientos fósiles. De las especies que vivieron en la época eocena, aproximadamente un género de cada diez sobrevive en la actualidad. Los géneros que sobreviven hoy comprenden el 56% de los géneros encontrados en fósiles de ámbar bálticos (Oligoceno temprano) y el 92% de los géneros en fósiles de ámbar dominicanos (aparentemente Mioceno temprano).[15] [20]
Las termitas, aunque también se las conoce como «hormigas blancas», no son realmente hormigas y pertenecen al orden de los isópteros, por lo que están más estrechamente relacionadas con las cucarachas y las mantis que con las hormigas. El hecho de que las hormigas y las termitas sean ambas eusociales fue motivado por un proceso de convergencia evolutiva.[21] Las hormigas aterciopeladas parecen grandes hormigas, pero realmente son avispas hembras sin alas.

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